La salud mental es una variable que fundamenta el desarrollo de un estado de bienestar en la persona, no sólo a nivel individual, sino también a nivel colectivo, laboral, social y familiar. Desde PSIQUET, insistimos en la necesidad de promocionar, proteger y reparar las consecuencias que la desatención de la salud mental ha tenido en la vida de las personas y en la sociedad. Como destaca la Organización Mundial de la Salud, “La salud mental es parte integral de la salud; tanto es así, que no hay salud sin salud mental”.

Una terapia psicológica es un proceso de autoconocimiento, autoaceptación, desarrollo, recuperación y crecimiento, a través del cual la persona aprende a entenderse, conocerse, regularse y manejarse en el día a día.

Cualquier acción preventiva orientada a proteger, salvaguardar y mejorar la calidad de vida de la persona es un comportamiento en el que la persona interviene, con ayuda de su psicólogo/a, a fomentar una actitud positiva en el autocuidado y gestión de las emociones. Señalamos la idoneidad de disponer, desde muy temprana edad, de modelos referenciales saludables, realizar formaciones específicas para concienciar sobre la importancia del cuidado de la salud mental, participar en actividades que animen a la consecución de un estilo de vida sano como el ejercicio físico, la resolución de conflictos o cualquier oportunidad de aprendizaje.

La persona que hace terapia consigue desarrollar una estabilidad interna tanto a nivel emocional como social, laboral y familiar. Son muchas las ventajas de hacer terapia. Entre ellas, destaca la mejora en la gestión de las emociones, el fortalecimiento de la autoestima, el desarrollo y establecimiento de relaciones interpersonales más saludables, la superación de los traumas y/o la consecución de sus objetivos personales.